Para disfrutar de un placer culinario pleno se deben involucrar de manera extraordinaria al menos dos sentidos, ya sea la vista, el gusto, el olfato, oído y tacto.
Por supuesto, al hablar del gusto, no podemos dejar de mencionar como uno de los grandes placeres de la vida el comer, donde sin duda se conjugan casi todos los sentidos. El maridaje de quesos y vinos es uno de los puntos fuertes de una buena experiencia gastronómica, pero a su vez, alrededor de este placer hay muchos mitos y verdades que debemos aclarar.
La grasa del queso afecta la percepción de sabor del vino. ¿Mito o verdad?
Sin duda, la grasa del queso puede ser una interferencia para que nuestras papilas gustativas puedan percibir de manera correcta el sabor del vino. Esta afirmación ha hecho que muchas personas digan que el maridaje en este caso no es recomendable.
Sin embargo, esta circunstancia ocurre si no se realiza correctamente. Es por ello que se debe buscar la manera de combinar ambos sabores para enriquecer la experiencia.
Solo si se conjugan sabores parecidos entre el queso y el vino se puede disfrutar el maridaje ¿Mito o verdad?
Este punto quizás sea difícil de entender, pero en este caso nos referimos a la necesidad de hacer un balance entre la fuerza de los sabores del queso y del vino.
La idea es que un sabor no esté por encima del otro, sino que ambos se puedan unir de manera correcta. Los quesos de sabor suave deben ser acompañados con vinos blancos, con sabor seco y ligero.
Por el contrario, aquellos quesos de sabor intenso combinan a la perfección con vinos como tintos con bastante potencia y el toque apropiado de acidez.
Las frutas combinan bien con los quesos y vinos ¿Mito o verdad?
A pesar de que normalmente no se suele caer en esto, la elección de la fruta correcta combinada con un buen queso y un fantástico vino no te dejará indiferente.
Incluso, semillas, como las de amapola, pipas o lino, también pueden ser acompañadas con el queso y el vino.
Un ejemplo que se consigue resaltar en este punto es el queso Brie, que es muy utilizado junto con higos, también con uvas o fresas, y que puede ser muy apropiado para ser acompañado con vino tinto.
El gusto de la persona es el que determina si el maridaje es correcto o incorrecto. ¿Mito o verdad?
No hay recetas rígidas. Lo más recomendable es que podamos hacer combinaciones: sabores fuertes contra sabores sencillos de quesos y vinos para que lleguemos a la mezcla perfecta para nuestro paladar. Disfruta el proceso de elección de qué queso va mejor con qué vino.
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